Lo que en Finlandia se denominaba “cuadro de habitación” era en sus inicios un anexo al Nuevo Catecismo de Martín Lutero, que daba consejos sobre la vida y sus responsabilidades. Ya en el s. XIX, éstos constituían un objeto popular en la decoración del hogar. Con frecuencia se realizaban a punto de cruz en el hogar, con frases bíblicas encuadradas con elementos decorativos, proverbios, máximas, versos, frases de El Kalevala o aforismos enmarcados. El dicho más generalizado habría sido “Hogar dulce hogar”.

Lo que en Finlandia se denominaba “cuadro de habitación” era en sus inicios un anexo al Nuevo Catecismo de Martín Lutero, que daba consejos sobre la vida y sus responsabilidades. Ya en el s. XIX, éstos constituían un objeto popular en la decoración del hogar. Con frecuencia se realizaban a punto de cruz en el hogar, con frases bíblicas encuadradas con elementos decorativos, proverbios, máximas, versos, frases de El Kalevala o aforismos enmarcados. El dicho más generalizado habría sido “Hogar dulce hogar”.