A principios de la década de 1970, en la Universidad de Turku se descubrió el efecto preventivo del xilitol a la hora de combatir la caries. Su producción industrial se inició en Finlandia y en 1975 apareció en el mercado el primer chicle de xilitol. En realidad, el chicle jenkki (yanqui) ya estaba en las tiendas finlandesas desde 1951, pero es en ese momento cuando se empieza a fabricar de xilitol. El eslogan publicitario inicial “Ole Jenkki!”, un juego de palabras con el nombre del chicle y su significado (¡Sé un yanqui!) despertó polémica cambiándose por “Pure Jenkki!” (¡Mastica un jenkki!). Gracias al efecto positivo sobre la salud del xilitol, masticar chicle dejó de ser un hábito deleznable pasando a convertirse en una costumbre sana y los chicles de azúcar dejaron espacio en las tiendas a los de xilitol.
A principios de la década de 1970, en la Universidad de Turku se descubrió el efecto preventivo del xilitol a la hora de combatir la caries. Su producción industrial se inició en Finlandia y en 1975 apareció en el mercado el primer chicle de xilitol. En realidad, el chicle jenkki (yanqui) ya estaba en las tiendas finlandesas desde 1951, pero es en ese momento cuando se empieza a fabricar de xilitol. El eslogan publicitario inicial “Ole Jenkki!”, un juego de palabras con el nombre del chicle y su significado (¡Sé un yanqui!) despertó polémica cambiándose por “Pure Jenkki!” (¡Mastica un jenkki!). Gracias al efecto positivo sobre la salud del xilitol, masticar chicle dejó de ser un hábito deleznable pasando a convertirse en una costumbre sana y los chicles de azúcar dejaron espacio en las tiendas a los de xilitol.